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Entrevista a Ildefons Lima (capitán de la selección de Andorra)

Ildefons Lima Andorra

Los futbolistas son los protagonistas de este deporte y en Instituto Fútbol todavía no le habíamos dado mucha voz. Sin embargo, nos estrenamos con un futbolista histórico en una extensa entrevista con Ildefons Lima, el capitán de la selección de Andorra.

Y digo lo de histórico porque Ildefons Lima es un hombre récord en la selección andorrana siendo ya el jugador con más partidos en la historia del combinado de Andorra (111 hasta el momento de la entrevista) y máximo goleador (11 tantos), pese a jugar de defensa central.

Sumario

¿Quién es Ildefons Lima?

Ildefons Lima Solà es, a parte de una leyenda de la selección andorrana por lo citado anteriormente, un futbolista con muchas tablas. En la mochila acumula experiencias en el filial del Espanyol, Sant Andreu, Ionikos (Grecia), Pachuca (México), Las Palmas, Polideportivo Ejido, Rayo Vallecano, Triestina (Italia), Bellinzona (Suiza), F.C. Andorra y actualmente en el F.C. Santa Coloma, el vigente campeón de la liga andorrana, competición que ha ganado las tres temporadas que lleva en el club.

Sin más preámbulos os dejo con la entrevista, donde creo que vais a poder haceros una buena imagen de quién es Ildefons Lima y de la realidad de un fútbol no tan mediático, pero igual que maravilloso que aquel que copa portadas.

Ildefons Lima
Ildefons Lima



La entrevista con Ildefons Lima

¿Cómo es un día en la vida de Ildefons Lima?

Es un día muy parecido al de cualquier padre de familia. Por las mañanas llevo a las peques al colegio. Los chicos de fuera del país y los del país que nos dedicamos a esto hacemos entrenamientos complementarios por la mañana. Por la tarde ir a recoger a las niñas, llevarlas a las pertinentes actividades extraescolares y cuando acaba todo eso, cuando acaba lo que es la jornada laboral, toca ir a entrenar, lo que a día de hoy es mi trabajo y el de bastantes. Hoy en día entrenar a horas intempestivas es la realidad del fútbol amateur.

Andorra, Barcelona, Grecia, México, Canarias, vuelta a la península, Italia, Suiza y Andorra de nuevo. ¿Es adaptarse la clave para ganarse la vida como futbolista?

Es importante en todo en la vida. A mí me ha gustado siempre conocer sitios nuevos y he tenido la suerte de poder aprovechar el fútbol para tener un medio para ello. He podido viajar, conocer otros países y otras culturas en las que he intentado adaptarme. He hecho lo que me gusta que haga la gente cuando viene a mi casa: adaptarme desde el primer minuto con el idioma, con sus costumbres y con la gente. A raíz de eso guardo buenos recuerdos y muchos amigos, porque es importante adaptarte cuando vas a casa de alguien y aprender de ellos, porque cada cultura y cada país tiene sus cosas para aprender. Ahí te das cuentas que hay mucha vida fuera de tu casa.

Ver a un jugador europeo pasar por varias ligas del continente no es del todo extraño, pero ¿cómo surgió lo de jugar en México? 

Todo surge a partir de un representante uruguayo que conocí en aquel momento y que me había llevado a Grecia donde tuve como entrenador al mítico Oleg Blokhin, que fue Balón de Oro con la Unión Soviética. Llevaba muchas lesiones, a pretemporada llegué con una lesión, no conseguí recuperarme bien, tuve diversas recaídas y se complicaron las cosas en Grecia. Entonces apareció la posibilidad de ir a Pachuca, que era el campeón de México en aquel momento, un gran club, y tuve la oportunidad de jugar en su filial.

Pensé que todo sería mucho más fácil que en Grecia y me equivoqué, la vida es muy diferente a la de Europa. Fui a principios de 2001 y la experiencia sirvió para aprender cosas, pero no guardo un gran cariño porque estuve solo cuatro meses. Me marché antes de tiempo porque estaba de  saturado, es otra cultura, otras costumbres y aunque uno intenta adaptarse es complicado y cuando no te dejan hacerlo cuesta mucho más. En lo personal fue una experiencia enriquecedora, pero también dura.

Oleg Blojín
Oleg Blokhin fue Balón de Oro en 1975

En los últimos años se ha relacionado al fútbol andorrano con jugadores que han pasado por el máximo nivel europeo como Joan Capdevila o Javier Saviola, ¿a qué tipo de jugadores está destinada esta liga?

El campeonato andorrano tiene un aliciente muy importante: tiene tres plazas para Europa. Eso hace que cada vez haya jugadores de más nivel. Ya tuvimos a Juvenal y el año pasado estuvo Joan Capdevila, que fue campeón de todo y una persona excepcional, un campeón del mundo.

Lo que hacen es engrandecer el fútbol porque son personas de las que aprendes, a parte de lo futbolístico de lo personal por la humildad que tienen. Y Saviola, que aunque no ha llegado a jugar, por lo que dicen es un tipo sensacional.

Esto es importante para que crezca el fútbol de aquí, para que se dé a conocer fueras de las fronteras y para que los jóvenes vean que no todo es Cristiano Ronaldo y Messi, que hay campeones del mundo que son terrenales y que suman mucho.

¿Cómo se lleva eso de jugar en un equipo ganador en la liga andorrana y a su vez jugar con la selección de Andorra, a la que le cuesta sacar puntos en sus partidos?

Creo que el jugador andorrano es muy consciente de lo que es Andorra, de lo que es representar a su país, y somos conscientes que lo que es jugar a nivel de clubes no tiene nada que ver con lo que es a nivel de selección.

A nivel de clubes estamos acostumbrados a ganar más que a perder y luego con la selección es totalmente lo contrario. Pero en nuestro “ADN” está muy claro está muy claro que la realidad de Andorra por geografía, por población y por todo es la de perder, y desde que empezamos a jugar con la selección estamos metidos en el papel que jugar con Andorra es sufrir y tener partidos muy complicados. Luego cuando juegas con el club son partidos más competitivos porque juegas con gente de tu nivel.

Ahora mismo con el Santa Coloma todos los domingos se compite, aunque haya algunos equipos que pueden ser un poco superiores a ti no es lo mismo que con la selección que juegas siempre contra rivales muy superiores. Es importante y sabemos diferenciar lo que es jugar una cosa y la otra. A veces divierte más jugar con el Santa Coloma, porque se gana, que con la selección, pero todo tiene sus pros y sus contras.



¿Viven los futbolistas de la selección andorrana del fútbol?

Ahora en la actualidad tenemos a Marc Vales que es el jugador que a mejor nivel está ahora mismo (está jugando en Finlandia), y el resto de compañeros muchos se dedican a jugar al fútbol y además tienen sus trabajos y sus estudios.

Esto es un fútbol amateur como la gran mayoría de los practicantes del fútbol. A parte de los jugadores de Primera y Segunda División, muchos tienen que complementar el fútbol con un trabajo y nosotros no somos una excepción.

Evidentemente si cuentas como futbolista profesional dedicarle horas y trabajo, nosotros hacemos lo mismo que un jugador de Primera División. Los salarios no son los mismos, pero profesionales en ese sentido a nivel de entrenamientos es igual.

Aquí entrenamos cuatro veces a la semana más el partido, algo que ya es una buena exigencia. Espero que el fútbol vaya creciendo poco a poco y tengamos más jugadores que se dediquen profesionalmente en cuanto a jugar en competiciones de alto nivel. Nuestra exigencia provoca que hagamos muchas horas de entrenamiento y en ese sentido hace que seamos más profesional que nadie.

Si cuentas como futbolista profesional dedicarle horas y trabajo, nosotros hacemos lo mismo que un jugador de Primera División

111 partidos dan para mucho. ¿Qué ha cambiado en la selección desde los primeros partidos que estuviste a los últimos que has jugado?

Ha cambiado mucho. Yo debuté un 22 de junio del 1997 en el segundo partido oficial de Andorra, el primero fuera de nuestras fronteras. En ese momento éramos unos principiantes. Nadie tenía experiencia internacional, todavía no había partidos internacionales de los clubes que compiten ahora en Europa, era todo muy nuevo para nosotros.

Éramos unos aventureros y la verdad es que fue complicado porque los inicios no son fáciles en todos los aspectos. Ahora mismo estamos totalmente integrados en lo que es una fase de clasificación, en lo que es un partido oficial, sabes todos los protocolos, los chicos vienen de jugar con las selecciones inferiores sub-17, sub-19 y sub-21 y ya tienen experiencia de haber competido con otras selecciones. Muchos juegan con equipos de aquí y ya han competido en previas de Champions, de Europa League y ahora ya es una normalidad.

El primer partido que jugué yo fue en Estonia, que fue también el país donde hice los 100 partidos, mismo rival y mismo país, y te das cuenta solo con ver el país en 1997 y verlo ahora la evolución que ha hecho la vida y que hemos hecho nosotros.

Ahora poco a poco van viniendo más compañeros jóvenes  y son los que tienen que sumar. Todo pasaría porque estos jóvenes se marcharan fuera a mejorar como pasa en otros países como Islas Feroe o Islandia, donde el bloque de la selección juega en otras ligas, y eso es lo que desde entonces hasta ahora no ha cambiado en gran número en Andorra.

¿Cómo se consigue mantener unido a un vestuario en la derrota?

Es complicado porque aunque vayas a jugar una pachanga con los colegas te gusta ganar. Nosotros la mayoría de partidos por desgracia los perdemos, pero muchas veces te sientes orgulloso porque te pones a pensar la diferencia entre ciertos países como país y futbolísticamente y hay derrotas que son entre comillas menos dolorosas. Hay veces como cuando nos fuimos 1-0 contra Francia y nos marchamos jodidos al vestuario, qué dices: ¿¡Estamos están locos!? 

La verdad es que nosotros intentamos jugar con nuestras armas, que por desgracia son pocas, y complicar al rival, y tenemos nuestras pequeñas victorias. Por ejemplo, el último partido en casa contra Portugal, la selección portuguesa quiso reservar a Cristiano Ronaldo porque era un partido fácil y al final tuvo que sacarlo para solucionar el partido. Y eso son cosas que engrandecen nuestro trabajo porque la diferencia entre Andorra y Portugal no es solo Cristiano, es cualquier futbolista, y eso hace que la diferencia sea muy grande.

Pero somos conscientes que somos Andorra y que en el campo tenemos que sufrir para no recibir goleadas. Debemos mirar de competir con nuestras bazas, algo que estamos consiguiendo en los últimos partidos en casa y hay que seguir creciendo desde el trabajo y muchas veces donde no llega la técnica o la táctica llega el corazón y el orgullo de representar al país, eso las selecciones como la nuestra lo tienen súper desarrollado.

No ganamos lo que ganan los súper fenómenos, pero cuando vamos al campo damos el callo como los que más. Damos todo lo que tenemos y mucho más porque las diferencias son tan grandes que a veces el resultado no queda claro. Perder en esta fase de clasificación 1-2 en casa contra Suiza, 0-2  contra Portugal y sacar cositas como ganar a Hungría es muy complicado y requiere un gran trabajo.

¿Qué le dirías al que opina que llegar a jugar con la selección andorrana es muy fácil?

Le diría que tiene razón, es relativamente fácil jugar en la selección absoluta, pero esto no es la vida de la superestrella de entrenar por la mañana y luego irse a descansar. Es muy complicado sobre todo tener continuidad en una selección pequeña como nosotros, porque requiere muchos años de sacrificios de entrenos por las noches o de horas perdidas con la familia.

Yo creo que lo más difícil es tener continuidad con los años en una selección pequeña como la nuestra. Eso te cansa y nosotros no tenemos vacaciones futbolísticas, porque cuando acaba la temporada ya empezamos con las previas de competiciones europeas y hay que hacer la pretemporada para llegar bien a esos partidos. Por ejemplo, los jugadores que tuvimos competiciones europeas este año tuvimos 15 días de vacaciones.

Es complicado en cuanto a eso, no tienes grandes ganancias, pero a nosotros o por lo menos a mi me enorgullece hacer esto por mi país. Y si alguno lo dice seguro que le gustaría ser andorrano y eso es más jodido porque somos poquitos (guiño).

¿Cómo igualas las fuerzas con una selección claramente superior en lo individual como podía ser Portugal hace unas semanas?

Es “fácil”, nosotros cada vez que vamos al campo somos muy conocedores del rival: conocemos todos los jugadores, las principales características, estilo de juego y trabajamos para minimizar sus puntos fuertes. Es lo que intentamos hacer y muchas veces nos sale bien.

Tácticamente y técnicamente sabemos que son muy superiores, pero somos conscientes de lo que es un partido en Andorra y donde no llegan las piernas llega el corazón, trabajando mucho y sufriendo juntos. Creo que el secreto de una selección pequeña es estar muy unida y partirte la cara por el compañero porque al momento que hay un pequeño desajuste a estos niveles te cuesta un gol.



¿Cuál es el futbolista que más te ha costado parar?

Yo creo que el que más me ha impresionado ha sido Ronaldo Nazario. Aunque creo que también porque fue uno de los primeros jugadores de gran nivel a los que me enfrenté. Pero después de tantos años y haber jugado contra Zidane, Shevchenko, Rooney o Fernando Torres ya lo ves diferente. Ese lo recuerdo y siempre lo digo por ser el jugador que más me impactó, en el 1998 yo era muy joven y Ronaldo era un animal.

Cristiano Ronaldo es otro jugador de esos que te das cuenta que es un futbolista que hace las cosas a otra velocidad distinta al resto, pero el brasileño me impactó más por mi juventud. Ahora con tantas batallas encontrarte uno u otro como ya las hemos vivido de todos los colores  no te impresiona tanto.

¿Qué jugador de los que te has enfrentado no te esperabas que fuera tan bueno?

Un jugador que recuerdo que no esperaba que marcara tantas diferencias fue Adrian Mutu. Me acuerdo de un partido contra Rumania que lo veías y tenías la sensación que cada vez que la cogía nos la iba a liar, y cada vez que la cogía hacía algo. Nos metió dos goles, no sé si fue uno de sus mejores partidos, pero la verdad es que cada vez que cogía el balón nos hacía un destrozo.

Mutu era un jugador importante, pero no con tanto nombre como otros. Siempre que hablo con algún compañero veterano viene a coalición: “¡Hostia, el Mutu, cada vez que cogía el balón cómo nos la liaba! Es uno de los que te acuerdas, aunque ha habido varios este es el que me viene a la cabeza.

¿Cuáles son los errores más habituales que detectas en los delanteros que no suelen cometer los delanteros TOP?

Delanteros de este nivel si tienen una ocasión es cazuela. Nosotros hay veces que tenemos una ocasión y va fuera, o en la misma liga andorrana el delantero tiene una ocasión y es posible que se le vaya fuera.

Tú cometes un error a nivel de selección y es muy raro que un delantero de ese nivel no te la enchufe. Con poca cosa hacen diferencia y la diferencia es esa, con medio error es gol. A los niveles que hemos jugado muchos años puedes cometer un error que no la meten, tampoco le des un segundo; pero en selecciones si le das dos, son dos goles.

¿Empleas algún truco con los delanteros contrarios para minimizarlos (hablarles, molestarles…)?

No, en alguna que otra acción intentas ser un pelín agresivo dentro de lo que marca el reglamento para que jugadores de este nivel no se sientan cómodos y no tengan su súper día contra Andorra. Hoy en día durante el partido hablas con alguno, que posiblemente ya has coincidido con  él alguna vez o lo conoces de algún compañero, lo típico de cualquier categoría. Comentarios de fútbol que pasan durante el partido, pero no se usan cosas raras. Hoy en día con la televisión no se puede hacer el indio porque lo pescan todo.



Más de 100 partidos con Andorra, máximo goleador histórico siendo central, ¿qué retos te quedan por cumplir con la selección?

El hecho de haber jugado 100 partidos era uno de mis objetivos. Ahora mismo llevo 111 partidos y 11 goles y mi intención es alargarlo hasta que físicamente me encuentre en condiciones. Estoy a punto de cumplir 38 años y mi idea es jugar la siguiente liga de las Naciones y la próxima fase de clasificación, en la que acabaré con 39, y entonces decidir.

Y bueno te planteas pequeños objetivos. Yo llevo más de 20 años jugando con la selección y el otro día vi en internet que un jugador ecuatoriano lleva 22 años con la selección y claro te planteas superar a ese jugador. Evidentemente no puedo superar en número de partidos al Buffon o Casillas de turno porque no jugamos ni la mitad de partidos que ellos, pero el objetivo ahora mismo si llevo 111 es llegar a 112 y poco a poco.

Sé que mi fecha de caducidad está entre los 120 y 130 partidos, pero creo que ya es un orgullo para un futbolista haber jugado tantos partidos con la selección. Hay pocos objetivos pero siempre te queda sumar más puntos que en fases anteriores, marcar algún golito más y alguna cosa que otra, sino uno se retiraría rápido…

Yo llevo más de 20 años jugando con la selección y el otro día vi en internet que un jugador ecuatoriano lleva 22 años con la selección y claro te planteas superar a ese jugador

¿Qué te ves haciendo dentro de 10 años?

Pues no lo sé, quizás esté jugando alguna fase de clasificación (risas). No, eso ya no. Creo que al fútbol andorrano le queda mucho por mejorar. A nivel futbolístico yo tengo una gran trayectoria ya sea en el extranjero o con la selección pues cuando me retire seré el jugador con más partidos con la camiseta andorrana, así que espero poder ayudar a los jóvenes con mis experiencias vividas.

Creo que puedo hacer algo relacionado con el fútbol, pero el qué todavía no lo sé. Ni siquiera tiene por qué estar relacionado con el fútbol, ya se verá. Me gustaría estar en la selección, llevo desde el segundo partido internacional, es parte de mi familia y soy parte de ella. No sé lo que haré, aquí el fútbol es complicado. El tiempo lo dirá.

Hablemos de entrenamientos ¿Qué es imprescindible para ti en un buen entrenamiento y qué suprimirías?

A medida que te vas haciendo mayor lo de entrenar es lo que peor llevas. Bueno si entrenas a las 11 de la mañana con solecito en Las Palmas pues espectacular, pero aquí en Andorra entrenamos bastante tarde y la verdad es que cuando el termómetro baja de los cero grados y estás entrenando te das cuenta que te gusta mucho el fútbol.

Importante en un buen entreno es una buena pachanga competitiva de las que están reñidas hasta el final, de las que te metes y peleas hasta el último balón, esas son siempre importantes.

Suprimiría todo lo que sea trabajo sin balón, cuando eres joven lo aceptas muy bien, pero cuando te haces mayor…Pero bueno, aquí en Andorra y en especial en el Santa Coloma la mayoría de trabajo es con balón y se te hace más ameno. Aunque a deshoras, acabas pasando un buen rato.

¿Qué entrenador te ha marcado más en tu carrera? ¿Y qué aprendizaje sacaste de él?

Entrenadores he tenido muchos. Unos te aportan cosas positivas y otros te acuerdas de ellos por cosas negativas, pero todos te dejan alguna cosa, algún pequeño detalle que te va sumando para tus conocimientos como persona y como futbolista. A veces estás haciendo cosas en el campo y te das cuenta que haces lo que te dijo algún entrenador anterior como que me pusiera allí o aquí, que cerrara la línea de pase…

He tenido varios entrenadores peculiares como David Vidal en Las Palmas, un técnico de la vieja escuela, básico, de los que te hacían reír y del que guardo un recuerdo cariñoso.

Después el mismo Oleg Blokhin que tuve en Grecia y era un entrenador que empalmaba follón con follón cada día de la semana. Entre que era ruso y griego y no nos enteramos de la mitad…y luego te vienen recuerdos y dices ¡madre mía, vaya personaje!

En Italia tuve a Andrea Agostinelli, en la Triestina, quien me dio mucha confianza y coincidió con mi mejor momento futbolístico. También tuve a Giuseppe Galderisi, internacional con Italia y que ganó el Scudetto con el Verona.  Son personas de las que recuerdas con cariño porque había una situación complicada en el club y estaba del lado de los jugadores a muerte y te apoyaba en todo lo que podía, sobre todo en lo humano.

En el fútbol recuerdas mucho más a las personas que dan un buen trato humano. No dejamos de ser personas, las superestrellas están en Barça y Madrid, y al resto de jugadores el hecho de que te traten con respeto y como una persona lo recuerdas con cariño. Todos tienen sus cosas y de todos aprendes.

En la actualidad tengo a Richard Imbernón, lo he tenido también en algún carnet de los que me he sacado de entrenador, y siempre aprendes por cosas que explica y cómo lo hace, y la facilidad que tiene para hablar.

Esto es un no parar, vas acumulando entrenadores y todos suman. Y los que recuerdas con más cariño son los que aparte de entradores son personas, no siempre es así, pero los que tratan con cariño y respeto son los que te marcan. Si algún soy entrenador quiero hacer las cosas así, que gane o no partidos, que me recuerden como una buena persona.

Richard Imbernón e Ildefons Lima
Richard Imbernón (izquierda con la camiseta blanca) e Ildefons Lima (derecha con la camiseta azul), dos piezas clave en el F.C. Santa Coloma

¿Cuál es un mal consejo que sueles oír en tu profesión? ¿Y cuál es el mejor que te han dado?

Siempre hay el típico consejo de representantes o entrenadores del “te voy a llevar aquí o allí” y eso hay que quitárselo de cabeza a los jóvenes. Solo hay un secreto que es currar como el que más. Y si trabajas y tienes un poco de suerte puedes jugar a buen nivel, aunque no juegues la Champions League. Eso sí, es muy complicado porque futbolistas que vivan de esto hay pocos y cada vez son menos.

El mejor secreto es trabajar. Como me decía un compañero: “Cuanto más trabajo, más suerte tengo”. Cuando trabajas y te esfuerzas en el momento quizás no recoges los frutos, pero tarde o temprano los obtendrás.

Mi hermano que también fue futbolista profesional y sigue ligado al mundo del fútbol siempre me decía: “Tú lo que tienes que hacer es entrenar como un c*****” y me lo tomé al pie de la letra. Había temporadas que lo hacía y me lo pasaba en blanco y otras jugaba todo el año entero, evidentemente no era suerte, era que el trabajo daba frutos. Así que el mejor consejo es ese: trabajar, trabajar y trabajar.

¿En qué piensas cuando oyes la palabra éxito?

Eso tendrás que preguntárselo a Cristiano o alguno de esos. Futbolísticamente el éxito será ganar cosas, pero aquí ganamos un partido contra Hungría ese es nuestro éxito, empatamos un partido y ese nuestro éxito, le complicamos la vida a una selección y para nosotros ese es el éxito. Lo que para muchos es una normalidad, para nosotros es un éxito. Porque somos muy conscientes de lo que es Andorra y la verdad es que cualquier pequeño logro para nosotros es una victoria.

Una victoria contra Hungría como en la última fase es nuestro pequeño Mundial. Si te pones a mirar la diferencia entre nosotros y un país como Hungría es imposible que le ganes una vez al fútbol, pero a veces el trabajo y la suerte nos permite que tengamos estos éxitos.



¿Qué es el fútbol para ti?

El fútbol para mi es mi vida. Llevo desde bien pequeño jugando y tengo casi 38 años y continúo. Lo es todo para mí: es una pasión, es un deporte y es un modo de vida. Llegar a estas edades requiere un cuidarte porque si no es imposible llegar a competir o que el cuerpo te responda.

Estoy muy orgulloso de haber conocido este deporte que me ha dado tanto: me ha hecho conocer países, aprender idiomas, conocer a gente, representar al país al que llevo aquí desde pequeñito y bueno, lo es todo en mi vida. A nivel de pasión lo vives cada vez menos, por supuesto, el día que no tenga pasión me quedaré en casa, pero es que el fútbol tiene mucha intrahistoria que hace que pierda su encanto, pero como deporte y como privilegio que tenemos los andorranos el fútbol es la hostia.

Reflexión final de Ildefons Lima

Lo importante es que nos traten con respeto, muchas veces no te tratan con respeto sin saber la realidad. Es triste los típicos prejuicios de por qué juegan estas selecciones contra las grandes selecciones, pero es la salsa del fútbol, si pones un Barça-Madrid todos los días al final te cansas. También hay gente que le gusta disfrutar de estas peculiaridades y está bien que se conozcan las  diferentes realidades del fútbol, que existe otro fútbol aparte de los Cristianos y los Messis.

Autor

Iñaki García
Soy Iñaki García y soy periodista. Sé muy poco de fútbol, de hecho, he jugado a baloncesto media vida pese a medir 1.70. Sin embargo, en cuanto se trata de escribir este es mi deporte.
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