Hablemos de los extremos, ese tema que ya parece de románticos del fútbol, pero que sigue en pie pese a que muchos creen que han desaparecido.
«Nada se pierde, todo se transforma», que diría Jorge Drexler.
Hace unos años quise hacer un ejercicio periodístico que creía necesario si en el futuro iba a escribir de fútbol. Me fui a cubrir la pretemporada del Castelldefels sin haber buscado nada de información sobre el equipo en internet.
¿Para qué? El objetivo era lo que me ha llevado a crear este blog: aprender de fútbol.
Enlace al blog Pretemporada Periodística
Durante dos semanas acudí a todos los entrenamientos, observé lo que hacían y en los descansos hablaba con los jugadores.
(En pocos sitios vas a aprender más sobre un equipo que en la grada en un entrenamiento, la gente que va lo sabe absolutamente todo de los futbolistas)
Ese verano aprendí muchas cosas que aplico en estos momentos a la hora de ver el fútbol, cosas simples y fáciles de detectar desde fuera, pero que requieren mucho trabajo desde dentro.
Aprendí que el espacio es la clave de este deporte, sin embargo, eso lo dejaré para otro día.
Hoy vamos a algo más concreto: Los extremos.
Os voy a dar unas pinceladas sobre su utilidad actual, desmontaré el tópico de que han muerto y daré un par de consejos para los jugadores y los entrenadores (bueno, yo no, un compendio de profesionales que os iré presentando durante el artículo).
Todo este artículo viene porque el entrenador de aquel Castelldefels, que es uno de los entrevistados, repitió varias veces en aquella pretemporada una frase que me caló: «Si no tenemos amplitud, Álex no juega», Álex era extremo aunque si no recuerdo mal jugaba por dentro en esos entrenamientos. Una bonita metáfora de lo que viene.
Preámbulo hecho, ¡vamos al meollo!
Sumario
Si tu estrella es un atacante, poténcialo
Para empezar este artículo quiero que le echéis un vistazo a este vídeo. Es Thierry Henry explicando la importancia de la posición, del trabajo previo a los últimos 25 metros de Guardiola y en qué lugar hay que dar rienda suelta al talento.
[su_youtube_advanced url=»https://www.youtube.com/watch?v=URQIwx-aHyk»]
Henry, que ha jugado con los futbolistas más talentosos del mundo, parece que encontró el maná con Pep Guardiola. El catalán se lo hizo ver claro: con espacios se juega mejor.
La realidad nos advierte que los extremos están en el punto de mira, sin embargo, parece que eso tiene mucho que ver con el romanticismo que le tienen muchos a la posición. “Si no llega a línea de fondo no es extremo”, es algo que dicen bastante a menudo.
Sin embargo, la problemática parece que es más de índole táctica que de nomenclaturas.
Hablemos de la utilidad de los extremos en la actualidad
¿Están los entrenadores de ahora buscando que los extremos lleguen a la línea de fondo o lo que se quiere es que el balón les pueda llegar con el mayor tiempo y espacio posible?
Para resolver algunas dudas sobre cómo se están usando los extremos en estos momentos le he pedido ayuda a Cristian Colás, entrenador del Biggleswade United (proyecto que saltó a la fama por la participación del periodista Guillem Balagué –os dejaré un vídeo al final del artículo).
¿Dónde están los extremos puros?
Partimos de la base que hay una carencia a nivel formativo de la creación de extremos puros. No existen ya tantos extremos puros, aquel jugador que desbordaba en situación de banda, que buscaba situaciones de uno contra uno constantemente y que después de esas situaciones lo que se buscaba era el centro. Realmente hay una carencia formativa también por cómo ha cambiado el juego en los últimos años. No sé si es la gallina o el huevo, no sé si es que deja de haber extremos puros por no haber referencias o no sé si se dejan de hacer extremos puros porque existe la carencia de ese perfil de jugador.
¿Qué le pides a un extremo?
Parto de la base como entrenador que si yo tengo jugadores del perfil de extremos me encantan los extremos que lleguen a línea de fondo. En el último tercio uno de los mensajes a los jugadores es que se arriesguen constantemente, que si no tienen situaciones de uno contra uno las provoquen y si se encuentran en situaciones de uno contra uno que las ganen. Esas situaciones siempre se van a dar mejor en banda que no en el eje central porque el rival lo más habitual es que juegue con dos centrales.
¿Cómo han cambiado las funciones del extremo?
El juego tal y como está formulado hoy en día tiende a tener interiores o centrocampistas de banda mucho más colaborativos que generen ese espacio en orientación de banda para ellos mismos o para la incorporación de los laterales. Hemos reconvertido el extremo puro en un centrocampista de banda que se pueda asociar, que sea un nexo en el juego combinativo, un apoyo más, que no sea solo un apoyo para romper en el último tercio. A la vez lo que se genere es un espacio en esa espalda que lo que hace es atraer el defensor para generar ese espacio para que sea aprovechado por el mismo jugador, por un lateral o incluso por un punta cayendo a banda.
¿Qué ventaja crea que un extremo llegue a línea de fondo?
Mientras un extremo llega a línea de fondo arrastras a toda la línea defensiva y puedes generar en área situaciones claras de gol con llegadas de dos o tres líneas y opciones en zona de primer y segundo palo y zona del punto de penalti. Te da mucha riqueza. Además Mikel Etxarri hace un montón de años me enseñó que en el momento de la ejecución del centro, en el último segundo, el jugador defensivo se centra en el eje balón-situación de portería y pierde de vista la marca con lo cual un balón de centro es mucho más difícil de defender que una progresión por carril central.
[su_note note_color=»#fdfd99″ radius=»19″]Aclaración de Cristian Colás: EL CENTRO requiere de una segunda acción ofensiva, después del centro viene un remate con lo cual siempre necesitará una segunda acción.[/su_note]
¿Por qué le hemos cambiado el rol a los extremos?
El desarrollo del juego es lo que nos ha llevado a que haya una carencia de extremos natos y a su vez hemos retrasado a ese jugador para que pueda combinar mucho más para crear ese espacio. Y aún así seguimos forzando, y hablo por mi, que esos futbolistas lleguen a esos espacios que ellos crean y que llegue como perfil de extremo aún sin serlo. Incluso en las formaciones de 1-4-3-3, que son las de extremos puros, creo que los extremos no trabajan solo como extremos, teniendo vigilancia defensiva sobre los laterales contrarios y teniendo como consignas ofensivas estar en línea de banda totalmente abiertos, recibir, forzar situaciones de uno contra uno o dos contra uno en pared o en profundidad para el defensor para buscar precisamente esos centros posteriores.
Los extremos no han muerto
Existe la teoría que en el fútbol moderno no hay lugar para los extremos. El juego ha cambiado y lo que se le pide a esos jugadores también, sin embargo, ahí siguen.
Para confirmarlo o desmentirlo le he preguntado a un entrenador que domina la historia del fútbol como nadie, el autor del libro (entre otros) ‘Las Grandes Escuelas del Fútbol Moderno’. Estoy hablando de Alejandro Couto, un imprescindible.
¿Es cierta la afirmación que dice que los extremos han muerto?
Creo que los extremos no han muerto. Eso es un tópico que se ha estado repitiendo los últimos años. ¿Qué ocurre? Se han puesto las modas, se imponen las etiquetas, las pautas de comportamiento general que hace que unos hagan lo que otros y que no se busquen fundamentos particulares. En los últimos años se puso de moda los extremos a pierna cambiada y eso hace que en vez de jugar por los flancos te vayas hacia adentro, es decir, la proporción de acciones de una jugada que un extremo va hacia adentro a pierna cambiada son mucho mayores que a pierna natural.
¿Cuáles son los motivos por los que se busca el extremo a pierna cambiada?
Dependerá de cada caso, de cada circunstancia y de cada entrenador. Personalmente tendría que tener jugadores muy específicos para poder hacer una justificación al respecto.
¿Qué ha cambiado tácticamente para que el juego no fluya por fuera?
El juego fluye por fuera, lo que pasa es que no se le da tanta importancia o tanta relevancia, o fluye desde otras perspectivas. Estábamos acostumbrados a las posiciones estáticas y ahora estamos en un fútbol en el que hay un constante cambio de posición. Los extremos son atacados, los flancos son atacados muchas veces por los laterales, otras veces son atacados por jugadores que de repente aparecen y vuelven a desaparecer de esa situación.
¿De qué depende todo eso?
Depende mucho de la formación, pero sobre todo depende mucho del grado de responsabilidad que le otorgas a cada jugador en los espacios que deben ocupar. Por eso cada equipo es distinto. Pero no, los extremos no creo que mueran, ni morirán, porque básicamente tu defiendes una portería, y cuando tu defiendes una portería defiendes lo que hay entre el balón y la portería y lo primero que defiendes es la línea recta con lo cual los equipos que quieran superar barreras defensivas van a tener que buscar los espacios para evitar las barreras defensivas más masificadas que se encuentran en el centro, con lo que tendrán que buscar los flancos y en ese sentido tendrán que atacar por ahí.
¿Ahora los extremos hacen más cosas?
Antes teníamos al 7 y al 11 muy identificados, López Ufarte, George Best, Gento, Jairzinho o Garrincha y hoy en día aparecen y desaparecen, ves que hay jugadores que entran y salen de la posición, invitan al lateral a ocupar esa posición, o a veces los delantero centro caen a las bandas, es decir, se juega con una diversidad mucho más amplia, pero el extremo está. El jugador que aparece en el momento oportuno en el lugar adecuado en el flanco en ese momento es el extremo. Lo que ha cambiado es la percepción del juego y la percepción de los puestos de una realidad estática a una realidad más dinámica.
La importancia de crearle espacio a los extremos (y un consejo para el jugador)
En el vídeo de Henry hemos podido ver cómo el extremo ha variado sus funciones tácticas y ahora está más destinado a la generación de espacios para los futbolistas que juegan por dentro que para el duelo individual con el lateral y el desequilibrio en los últimos metros.
Uno de los motivos es la mejora de los sistemas defensivos, los espacios parece que cada vez son más reducidos y eso tiene consecuencias en los futbolistas que juegan en banda.
Sigamos poniendo fuentes sobre la mesa. Jacinto Elá fue extremo durante toda su carrera que se repartió por equipos como el Espanyol, Southampton, Hércules, Alavés o Dundee United entre otros, referencias más que suficientes como para preguntarle sobre el asunto.
Si eres extremo, será mejor que sigas leyendo.
¿Cómo le afecta a un extremo el tener menos espacio para poder jugar?
Cuando un extremo tiene mucho menos espacio tiene que afinar más las ocasiones en las que intenta desbordar porque evidentemente al ser más complicado necesita de más calidad. Eso puede minar mucho su confianza porque a nadie le gusta perder balones. Entonces si no tiene una mentalidad muy fuerte deja de intentarlo porque se siente como acorralado y tiende a jugar balones sencillos hacia el lateral o hacia algún apoyo cercano.
¿Qué puede hacer un extremo para ayudar al equipo cuando no cuenta con espacios? (atentos al consejo)
La opción del extremo cuando no tiene espacio es intentar cansar al lateral con mucha movilidad, aunque no vaya a recibir el balón, ir circulando de arriba a abajo y de izquierda a derecha solo con la intención de descolocar al lateral y que alguien aproveche ese espacio.
Consejos para conseguir espacios
Después de los consejos para los jugadores, ahora toca hacer lo propio para los entrenadores.
Al final volvemos a hablar de los espacios y los movimientos. El extremo necesita que colectivamente haya un trabajo previo, que se genere amplitud.
Para hablar de amplitud le he preguntado a Dani Fernández, entrenador del Juvenil A del Mercantil, quien me ha escrito unas líneas al respecto.
Espero que os sirvan de ayuda.
En los deportes colectivos suele partirse de un error de análisis al confundir objetivo con finalidades.
Las finalidades son marcar/anotar y que no te anoten mientras que el objetivo fundamental de todos los deportes colectivos en ataque sería la de conseguir algún tipo de superioridad/ventaja que nos permita progresar y ubicar jugadores en disposición franca de finalizar.
Hablemos de superioridades.
Los tipos de superioridades más importantes:
-
Invidivuales
-
Posicionales (Mikel Etxarri)
-
Numéricas
-
Colectivas (Seirul.lo y Vilà 2016).
Para provocar la aparición de estas superioridades el juego se construye entorno a la idea de estructuras organizativas. Estas estructuras se sustentan en 3 patas:
- Organización: posicionamiento escogido expresado en número. 1-4-2-3-1,1-4-4-2 etc …
- Funcionalidad: regularidades,principios etc que expresan los equipos y los definen y les dan una identidad de juego: salida de balón,formas de progresar etc
- Conceptos y fundamentos básicos del juego.
- Estos fundamentos con balón son: mirar, perfilarse, posicionarse en intermedias (Etxarri), ofrecer líneas de pase, fijaciones con y sin balón, y la idea de hombre libre.
- Conceptos básicos: amplitud, profundidad, desmarques y apoyos y tercer hombre.
Es importante entender las posibilidades de intervención según mi función en ataque. Beltran Ruiz (2016) y Juan Salvadores Canedo hablan de la idea de 4 jugadores, que siguiendo lo que expresan Seirul.lo y Vilà(2016) «han de ser siempre once».
La idea de 4 jugadores
Estos 4 jugadores según su intervención harían las siguientes funciones:
1- Poseedor de balón: pasar o fijar con balón
2- Potencial receptor: ofrece línea de pase
3- Jugadores que no están en línea de pase pero si están cerca del juego: fijadores sin balón.
4- Jugadores que no pudiendo intervenir de ninguna manera compensan el juego previendo posibles pérdidas de balón.
Estos roles son dinámicos y cambiantes como el propio juego, pues puedo pasar de un tipo de intervención a otra en cuestión de segundos, por eso cobra importancia lo expresado antes: estar siempre jugando.
Los jugadores en función de su ubicación espacial están siempre construyendo superioridades:
- Poseedor: interviene directamente en la construcción de estas superioridades.
- Cercanos: participan directamente de la situación, sea dando línea de pase o fijando.
- Alejados: permiten con su posición fijando adversarios en el juego la aparición de dichas superioridades.
La idea de amplitud cobra sentido al permitirnos colectivamente varias cosas:
- Aparición de intervalos, o espacios entre líneas.
- Fijar jugadores o líneas completas permitiendo la aparición de espacios o líneas de pase en otras zonas.
- Dificultan la presión al balón pues separan las distancias entre líneas de los equipos y distancian las líneas de cobertura en las defensas.
¿Cómo ofrezco amplitud?
-
Separándome de mi par para abrir líneas de pase.
-
Perfilándome de manera que pueda ver una mayor cantidad de campo posible.
-
Si el compañero con balón está marcado bajo la línea de pase,pero si puede progresar, ganó altura para dificultar la acción directa de mi par.
Es necesario no obviar conceptos del juego que permiten que la idea de amplitud sea efectiva:
1- Estar abiertos por sí solo no representa una amenaza al adversario, Beltrán Ruiz(2017) habla de que «fija más el balón que el jugador«, es decir, si movemos el balón para atraer provocamos que las defensas se muevan.
2- El hombre libre por sí solo no es la mejor opción siempre, no siempre la línea de pase más clara es la mejor línea de pase. Beltrán habla de que a veces un pase sobre un jugador marcado provoca que la defensa haya de salir y generar algún tipo de espacio.
3- Respetar mi espacio de intervención. No invadir el espacio del compañero aunque si no existen líneas de pase,debemos buscar espacios que permitan intervenir y tener superioridad. Lillo Diez habla de que » el balón va a las posiciones y no las posiciones al balón» aunque debe ser interpretado como un concepto y no una norma.
Conclusiones
Este ejercicio os pertenece a vosotros. Con este post hemos podido ver que los extremos siguen muy vivos e intentado daros algunas claves para los futbolistas que juegan en esa posición y para algún que otro consejo para los entrenadores.
Como avisaba Álex Couto, hemos pasado de una realidad estática a una dinámica, el fútbol no para y sigue progresando.
Desde el punto de vista mental, el extremo sigue siendo un jugador fuerte, un valiente que lo intenta donde otros no lo hacen.
Desde el punto de vista táctico, el trabajo del extremo ha cambiado, ya no es una arma para crear superioridades individuales con balón, también puede crear todo tipo de superioridades sin él.
Por último, agradecer el tiempo y la colaboración a Cristian Colás, Álex Couto, Jacinto Elá y Dani Fernández, sin ellos posiblemente nos hubiésemos quedado solo en la superficie.
Bonus track: El vídeo prometido del Biggleswade
Para los que todavía se preguntan qué proyecto tiene el periodista Guillem Balagué en el fútbol de Inglaterra os paso este genial vídeo de los compañeros de La Media Inglesa.
[su_youtube_advanced url=»https://www.youtube.com/watch?v=J2IJNFrCcn4″]
Autor
- Soy Iñaki García y soy periodista. Sé muy poco de fútbol, de hecho, he jugado a baloncesto media vida pese a medir 1.70. Sin embargo, en cuanto se trata de escribir este es mi deporte.
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