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Análisis y Analistas

Análisis y Analistas

“Algunas personas quieren que algo ocurra, otras sueñan con que pasara, otras hacen que suceda”

Michael Jordan

La segunda década del siglo XXI será recordada en un futuro como la del gran impacto de los análisis en el fútbol y la consolidación definitiva de los analistas dentro de los organigramas de los clubs profesionales de fútbol.

Se hace impensable hoy día no disponer de personas capaces de manejar software especializado para identificar fortalezas y debilidades propias y ajenas, tendencias y dinámicas particulares en nuestro juego y en el del oponente y particularidades, detalles y flecos que van dejando a nivel individual nuestros jugadores y los del contrario.

Existen infinidad de cursos, máster y simposios referidos a esta temática en particular, tanto a nivel privado como desde la perspectiva universitaria o federativa y la industria ya se ha lanzado a ocupar el lugar que corresponde en el mercado para dinamizar productos altamente cualificados que ofrecer a gran escala.



Particularidades del Análisis y los analistas

Dentro del análisis debemos contemplar muchas particularidades. El análisis del juego en su conjunto, tanto propio como ajeno, obliga a dominar conceptualmente los pormenores de la táctica, la estrategia, la técnica y todo el compendio sistémico que lleva aparejado este deporte, por lo que sería recomendable que el analista fuese cuando menos entrenador titulado y dominador de los argumentos fundamentales que exige este deporte.

El análisis de nuestros jugadores supone comprender la contextualización en la que el propio futbolista desarrolla su labor y las exigencias del contrario en su doble faceta defensiva-ofensiva, para poder detectar los elementos que podrán incidir en la toma de decisiones posterior.

Pero el juego está compuesto no solo de táctica y estrategia, de técnica y de acciones a balón parado. El juego implica correr, saltar, frenar, impactar, acciones de máxima exigencia en momentos puntuales, acciones de recuperación adaptadas a un contexto estratégico definido, esfuerzos genéricos y específicos que dan información cualitativa sobre la capacidad competitiva del equipo y de los jugadores que lo conforman. Es por ello, que la tarea de análisis no solo compete a entrenadores, sino también a preparadores físicos y recuperadores.

La tarea de análisis no solo compete a entrenadores
La tarea de análisis no solo compete a entrenadores

Además, analizar tareas específicas especializadas, obliga a observar patrones puntuales de mejora, un taylorismo tan concreto que regala la posibilidad de incorporar nuevos elementos de valoración al conjunto general de la toma de decisiones. Un ejemplo es el portero y su trabajo específico en la portería, el estudio de acciones concretas del juego que llevan implícitas informaciones de big data o especificidades técnicas detalladas que facilitarán el entrenamiento posterior contextualizado en la propia tarea concreta o dentro del marco general del equipo. El entrenador de porteros es otro elemento del staff técnico directamente vinculado al ejercicio de análisis y sus aportes específicos generarán valores añadidos al compendio de relaciones estructurales de las que se compone un equipo de fútbol.

Pero no nos podemos quedar solo en estos ámbitos. La imagen nos ofrece mucha más información que es susceptible de ser valorada. El lenguaje corporal del jugador no puede quedar en segundo plano. El jugador se manifiesta en el terreno de juego desde la perspectiva técnico y táctica a través de desarrollos de esfuerzos requeridos por cada acción concreta, bajo una emotividad derivada de su manera de vivir el partido, con una psicología variable condicionada por muchos parámetros que se dan en el juego y otras tantas variabilidades que no se controlan por ser desconocidas hasta el momento en que suceden.

El comportamiento competitivo del jugador dentro del contexto general del equipo y la relación que establecen los jugadores dentro de las particularidades propias de cada partido, nos regalan información global y particular de las sensaciones y sentimientos a través de los cuales el jugador vive el encuentro y por extensión una realidad global del equipo vinculado al ámbito relacional y emocional, tanto consigo mismo como en contraste con el adversario. El psicólogo tienen un inmenso campo de acción para valorar mucha información que puede mejorar individualmente al futbolista y un volumen considerable de datos concretos de cada partido sobre el comportamiento del equipo como un todo, el comportamiento de las líneas y los flancos en términos relacionales de grupo y la incidencia que tienen la competición en la persona del jugador contemplado como individuo. La observación de las reacciones externas acompañadas de la información privilegiada que los jugadores pueden aportar sobre cómo se sienten y el ámbito colectivo de esos sentimientos ofrecen una valiosísima cantidad y calidad informativa que redundará en el beneficio propio a nivel individual, grupal y de equipo.



¿Qué importancia tiene analizar el fútbol? 

Analizar el fútbol es ahondar en la complejidad del juego en un ámbito de incertidumbre. Disponemos de información estratégica de primera mano al saber cómo juega nuestro equipo y observando al rival somos capaces de identificar los grandes patrones de comportamiento general: formación, tipo de defensa, posicionamiento defensivo, tipo de ataque que prevalece y acciones a balón parado ofensivas y defensivas. Pero el juego es impredecible y tiene una dimensión mucho más amplia que aspectos tan fácilmente reconocibles.

La importancia de un análisis y por extensión de su analista radica en la capacidad de ver particularidades contextualizadas, contenidos y variantes puntuales en momentos concretos que se reproducen para ofrecer alternativas útiles y viables. No es la búsqueda de causas y efectos, es un ámbito mucho más complicado y árido. Para poder identificar elementos susceptibles de ser valorados, hay que saber de fútbol y de futbolistas. Para poder comprender que el análisis lleva aparejado una toma de decisiones posterior encaminadas a desarrollar acciones en el entrenamiento y tomar medidas específicas en los partidos hay que comprender el sentido holístico del staff técnico.

Analizar desde la perspectiva profesional obliga a crear todo un departamento
Analizar desde la perspectiva profesional obliga a crear todo un departamento

Jugar a hacer análisis es algo consustancial a esta época que nos ha tocado vivir pero analizar desde la perspectiva profesional obliga a crear todo un departamento y a unificar criterios de búsqueda, racionalizar prioridades y estipular pautas de comportamiento común para que después, cada analista aporte lo particular y artístico de su trabajo a una mesa de discusión en la que el entrenador principal tendrá la última palabra. Y será este quien otorgue o no valor a todo el trabajo acumulado, dando importancia a sus analistas y a los contenidos analizados u obviando su tarea. De ahí que muchos equipos muestren semana tras semana capacidad adaptativa a entornos cambiantes y otros simplemente traten de responder desde la espontaneidad de haber dejado todo para el último día y queden en manos de los jugadores tomas de decisiones que pudieron haber sido consensuadas, entrenadas y dominadas durante la semana.

La gestión de la información en el análisis es clave

El fútbol esconde mucha información que es necesario desentrañar, el juego es muy complejo, extremadamente diverso en sus contenidos y cruel en sus consecuencias. Dos sistemas abiertos compitiendo abren la caja de pandora para dejar sobre el césped un sinfín de variabilidades que harán que el equipo pueda evolucionar en el tiempo como buen sistema dinámico que es. Es menester identificar, tratar y posteriormente saber gestionar dicha información en todos los soportes disponibles para mejorar la tendencia competitiva del individuo, del grupo y del equipo.

Pero ojo, la enorme cantidad de información ha de ser filtrada para que llegue a su objetivo de la mejor de las maneras. Además, dotar de una carga científica excesiva a un staff técnico y a la interacción directa con el plantel puede servir en un momento dado para posturear de cara a la galería pero la realidad del resultado y las consecuencias del juego están ahí. Una sobre exposición del jugador y del equipo a un volumen de información podrá llevar a viciar una relación fundamental en el equipo de fútbol. La gestión de grupo debe ser lo suficientemente flexible para conocer cuánta, cómo y por qué se debe aportar determinado tipo de información y para ello, nadie mejor que el entrenador principal para liderar esta y todas las demás facetas que competen a su labor de director de grupo.

Trivializar el análisis en  conceptos concretos, dotar a la foto de mil y una flechas, regalar el oído con argumentaciones explicadas en un idioma alejando de la palabra entendible son aspectos que cada vez se multiplican más en el ámbito del análisis. ¡Ojo! Porque solo traen discordia, amén de una pérdida de tiempo irrecuperable. Igualmente quienes creen que pueden cualificarse a través del dominio de un software y de una puesta en escena que llame la atención por el brillo externo en vez de por la importancia de los contenidos identificados y la forma de llevarlos a término para que el equipo los optimice.



El objetivo del análisis es la victoria

Sabemos todos que cualquiera puede sacar punta a cualquier minuto de un partido pero lo importante del análisis va mucho más allá del individuo y de su ego. El análisis es un elemento para generar valor añadido al equipo desde el tratamiento de la información para que el equipo avance hacia probabilidades mayores de victoria, todo lo que no sea esto en todo su ámbito, será ruido. Un ruido por el que a muchos contratan pero que tiene una fecha de caducidad cada día más corta.

Analizar un deporte de competición de carácter sistémico y enmarcado dentro de un ámbito complejo supone dominar argumentos globales y específicos que permitan a quienes toman decisiones optimizar las mismas para maximizar el rendimiento. Es por ello que cada vez más se necesita personal no solo cualificado en la gestión de dispositivos y en la optimización de la información estadística sino, grandes conocedores del deporte que se analiza, grandes identificadores de patrones estratégicos susceptibles de ser contemplados dentro del proceso global y estructural del entrenamiento.

El análisis es un arma tremendamente útil si se sabe optimizar y por este camino discurre su devenir inmediato. Igualmente puede ser una absoluta pérdida de tiempo y de recursos si quienes la desarrollan no se responsabilizan de los contenidos a valorar o si quien debe tomar la decisión final no sabe o no entiende como emplearla para multiplicar las posibilidades de su equipo. Sabemos que siempre es mejor tener una posible probabilidad que una probable posibilidad.

Los deportes colectivos han encontrado en el análisis del juego un ilimitado campo de acción que permitirá a entrenadores inteligentes aportar probabilidades de éxito a los procesos de trabajo colectivos. Nuevamente las sinergias derivadas de las interacciones de los diferentes miembros del staff técnico posibilitarán la multiplicidad de decisiones y la tendencia a crecer de una institución deportiva que deberá contemplar la estructura de análisis como un elemento imprescindible de su organigrama.

Las sinergias derivadas de las interacciones de los diferentes miembros del staff técnico posibilitarán la multiplicidad de decisiones
Las sinergias derivadas de las interacciones de los diferentes miembros del staff técnico posibilitarán la multiplicidad de decisiones

¿Para qué sirve el análisis en el fútbol?

Analizar es el primer paso para corregir, para identificar caminos de mejora, para crecer, para evolucionar. Pero el análisis no gana por sí solos los partidos, facilita un camino pero serán los jugadores, el equipo, soportado en las bases definidas por el staff técnico, quienes serán los verdaderos dueños del resultado. El análisis es una herramienta, no es la panacea del éxito. Una herramienta utilizada en un equipo con su propia idiosincrasia y aplicada sobre un adversario único, con sus propios patrones derivados de la exclusividad de los jugadores que lo conforman. Es por ello que el analista necesitará ampliar cada vez sus dotes y sus argumentos, su contenido teórico y práctico en torno a todos los elementos que definen el juego del fútbol para competir. Si ser entrenador ya era tarea compleja, con el análisis y los buenos analistas, se ha convertido en extremadamente compleja y por ello en extremadamente apasionante.

¡El fútbol se ve o no se ve! Lo demás son historias.

“Millones vimos caer manzanas pero solo Newton se preguntó por qué”

Bernard Baruch

Autor

Álex Couto Lago
Soy Álex Couto Lago. Entrenador Nacional de Fútbol, convalidable con Uefa Pro. Máster Profesional en Fútbol por la Universidad del Mar de Murcia. Licenciado en CC Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela.
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