Uno de los temas que en más problemas mete a un entrenador es la gestión de los suplentes.
Por ello, en InstitutoFutbol.com no hemos querido obviarlo y charlamos con un entrenador con discurso propio. Hoy la entrevista es con Kevin Vidaña.
[su_box title=»Kevin Vidaña» box_color=»#f89b3c» radius=»8″]Kevin Vidaña es Entrenador Nacional de fútbol. Pese a su corta edad (26 años) ya ha dirigido una gran cantidad de equipos: Chana Cadete autonómica, filial del Huétor Vega, El Ejido Juvenil, Puerto Malagueño Juvenil división de honor y el Atarfe Juvenil nacional. En estos momentos está sin equipo y está trabajando para la radio Aire FM comentando partidos. Además, escribe para la editorial Fútbol de Libro y la revista de Martí Perarnau. Follow @kevinvidana[/su_box]
Una media de 22 jugadores por plantilla y solo pueden jugar 11…
Sumario
¿En qué se fija un entrenador a la hora de alinear?
Para mi ser entrenador está muy relacionado con su término en italiano ‘alineatore’, alineador. La diferencia entre entrenadores la marca la sensibilidad que tenga para alinear a uno u otro en un momento u otro.
Creo que no podemos conocer un ideal numérico sin conocer el contexto. Pero de manera general yo apostaría por plantillas cortas de 19-20 futbolistas con posibilidad de subir jugadores del filial.
Le preguntaban a Johan Cruyff el año del triplete de Pep Guardiola en el Barcelona sobre el tema y decía que una plantilla corta es mejor, una plantilla tensionada al máximo donde todos se sientan responsables del equipo, sino fuese así aparecerían conflictos, recelos y división.
En lo primero que me fijo yo como entrenador a la hora de alinear es poner a los buenos, «los buenos al campo» que decía Pep Guardiola. A los que yo considero que me van a hacer divertir, que coinciden con los que me van a hacer ganar los partidos, o al menos van a aumentar las probabilidades de ganar. Me gustan los jugadores que viven de la regla 2: el balón. Y hacen patente la regla 3: el número de jugadores, es decir, que sepan jugar.
No soy un entrenador que se ciñe exclusivamente en los rendimientos que han dado en los entrenamientos para jugar el partido porque no creo en que se juegue como se entrena. Se juega como se juega, se juega como se es.
¿Cuándo es el momento ideal para dar la lista de convocados para un partido?
Suelo dar la convocatoria un día antes, nunca dos o tres porque en ese plazo se te puede caer alguien. Intento apurar al máximo, siempre que no comprometa el bienestar del jugador, que a mí me parece la verdadera clave del rendimiento.
Recuerdo un jugador del Levante que fue desconvocado el mismo día del partido y que le dijo a los del programa de ‘El Día Después’: “Esto es romper familias”. No es tan exagerado, pero no veo necesidad para generar ese malestar. Para mí el apoyo y el compromiso se pueden mostrar de muchas maneras y nunca porque se fuerce a ello.
¿Qué comunicación hay que tener con los jugadores que se han quedado fuera de la lista?
No se puede hablar de recetas sin nombre y apellidos, cada ser humano es distinto y necesitan cosas distintas. Algunos necesitan que se les hable, a otros les sirve con un gesto, a otros es mejor no decirles nada… La comunicación no es solamente verbal. El primer gran consejo futbolístico que me dieron me lo dio el presidente de la Chana, Prudencio Ruiz, que me dijo: “Cuanto menos hables, menos problemas”.
Muchas veces los problemas aparecen porque los hablamos y otras veces se mantienen porque no lo hicimos. El ser humano es conflicto.
Yo intento rodearme de jugadores a los que admiro naturalmente para que mi comunicación no engañe.
¿Cómo gestionas a ese jugador que ha entrado en las últimas convocatorias pero que no ha jugado ningún minuto?
Creo que depende de él más que de mi, qué interés tiene por seguir, porque yo le puedo decir que mire por el bien del equipo, que entrene mejor o que ya se lo hará que la interpretación de mis palabras será suya. Aquí interviene la cultura del jugador.
El entrenador no es un domador de bestias, ni puede controlar lo incontrolable, ni medir lo que no se puede medir. Nadie sabe lo que una acción puede traer por lo que no me creo a esos entrenadores que fardan de experiencia en gestiones ya que cada gestión que se presenta es distinta.
No puedes controlar tus propios latidos, dime qué puedes controlar. Solo se puede controlar lo que está muerto.
Para mí aquí está el problema de los entrenadores y por lo que hacemos del fútbol algo cada vez peor, y es que le damos demasiada importancia a la lógica, el intelecto, el conocimiento y ¿dónde está lo demás?
La mente clasifica y divide con el lenguaje para controlar lo que es indivisible. El conflicto comienza cuando creemos que sabemos algo.
¿Qué herramientas puedes usar para tener motivados a futbolistas que tienen delante suyo compañeros que serán titulares el 90% de los minutos?
A mí me gusta tener jugadores que les guste jugar, que vayan como perros al hueso con la pelota, para mí la motivación es intrínseca. ¿Hay mayor motivación que la pelota rodando? ¿Hay mayor motivación que el juego mismo?
Quiero jugadores que no me pidan entrenar, que me pidan jugar. Que no me pidan los artificios de chalecos lastrados, fitballs, paracaídas…sino que les baste con una pelota, dos porterías y compañeros.
¿En qué puede afectar a un futbolista perder el puesto de titular tras una lesión?
Las lesiones te desactivan, te impiden jugar y te hacen perder el entusiasmo. Lo psicológico influye en el todo porque el ser humano no funciona por partes. Mente-Enfermedad es un tema que me interesa, de ello aprendo mucho del doctor Arturo Goicoechea.
¿Qué ventajas y qué inconvenientes tienen las rotaciones?
En el fútbol hay ejemplos para todo: equipos que ganaron haciendo rotaciones y equipos que no. Así que no sé qué sistema es mejor. A mí me gusta dar continuidad, asentar las bases, que el equipo se reconozca y creo que se puede mantener en el tiempo.
No creo que rotar en diciembre haga que lleguen mejor a febrero. Si no sabes qué va a pasar mañana…
¿Cómo evitar que un jugador se sienta señalado cuando tras perder un partido en el siguiente es suplente?
Quizás sea bueno inculcarles cultura táctica. Para mí cultura táctica es que sepan que esto no va de rendimientos individuales sino colectivos y que a veces más no es más.
Cultura táctica es saber que perder no está relacionado con hacer mal las cosas.
Por último, algunos consejos que darías a un entrenador para gestionar los jugadores de banquillo.
Que sean y que dejen ser.
Autor
- Soy Iñaki García y soy periodista. Sé muy poco de fútbol, de hecho, he jugado a baloncesto media vida pese a medir 1.70. Sin embargo, en cuanto se trata de escribir este es mi deporte.
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