La entrevista con el entrenador Miguel Alonso nos dejó muchos aprendizajes y mucho debate en las redes sociales. Uno de los aspectos que salió a colación fue la importancia que se le da al Rondo. El técnico gallego nos explicaba que quizás estaba algo sobrevalorado, no por no ser útil, sino porque quizás no debería ser una pieza de importancia capital como parece ser en muchas plazas.
Uno de los entrenadores que debatió sobre ello fue Miguel Soto, quien tenía una opinión diferente y tras hablar con él creo que era una buena oportunidad para el debate valorar su punto de vista para enriquecernos un poco más.
Sumario
¿Quién es Miguel Soto?
Miguel Soto es Entrenador Nacional de Fútbol, Coordinador por la Federación Catalana de Fútbol y ha dado clases en la misma. Ha estado en el Fútbol base del Cerdanyola, en las Escuelas Stoitchkov, en el cuerpo técnico del Sabadell en Tercera División y ha trabajado además en el Badalona como coordinador de nuevas tecnologías en el fútbol base.
Por esto último, el fútbol base, y su experiencia en él, creo que nos puede dar un punto interesante sobre la utilización del rondo en él.
Os dejo con Miguel Soto (@MiguelSoto_).
El Rondo en el Fútbol Base, por Miguel Soto
Hace unos días Iñaki me brindaba la oportunidad de hablar del Rondo, a raíz de un tweet que escribí, no lo pensé ni un segundo para responderle ¿para cuándo lo necesitas?
Y aquí está mi opinión. No es la mejor, ni la peor, sino en la que yo creo, igual que en este maravilloso ejercicio que considero trascendental, una columna de apoyo esencial para el desarrollo del futbolista. Con ello, no me refiero solo al neófito -al que se inicia en el deporte rey-, sino a todo aquel que quiere ser y es futbolista.
Antes de entrar de lleno, considero esencial referenciar y hacer mención especial a su precursor: Laureano Ruiz Quevedo (1937, Cantabria) uno de los padres del modelo FC Barcelona. Según el propio Joan Vilà (Cardedeu, 1954) ex-director de metodología de Can Barça, distingue 3 etapas, que configuran lo que hoy muchos conocen como “tiki-taka”: La primera la llegada de Rinus Michels y Laureano Ruiz. Una segunda con la aparición de Johan Cruyff –al que entrenó el propio Laureano- y una tercera etapa que más tarde llegaría con Pep Guardiola y Paco Seirul·lo.
De Laureano nacieron infinidad de jugadores, y posteriormente entrenadores, entre ellos el propio Vilà, Albert Benaiges o Antonio Sánchez, uno de sus alumnos aventajados y del cual he tenido el privilegio y la suerte de ser su pupilo varios años. Gracias infinitas maestro.
El rondo que no es rondo, y el rondo que debería ser
Varias veces me he encontrado con opiniones abiertamente criticas con el rondo, y aunque voy a enfocar la argumentación referenciando el fútbol base, es aplicable para toda etapa futbolística. Pero antes de todo llamemos a las cosas por su nombre, no englobemos un ejercicio en concreto como “rondo” si este ha perdido su esencia, lo que inicialmente se buscaba.
El rondo es un ejercicio con infinidad de acciones, técnicas, tácticas, de “juego oculto”, condicionales y psicológicas. En definitiva, una serie de conductas y situaciones que nos encontramos en el partido. Aún con ello, a menudo son muchos los que difieren de lo anteriormente expuesto.
Virtudes del Rondo
No obstante, en mi opinión sí es un ejercicio que engloba todo esto, ¿por qué?
Si hablamos de acciones técnicas, se dan controles (diferentes partes del cuerpo), controles orientados, pases (diferentes superficies del pie), juego de cabeza si se quiere, regates, fintas etc.
Respecto a tácticas, con el rondo el jugador puede llegar a entender cuándo debe realizar un pase o no, es decir, temporizar debido a que el rival se encuentra alejado, jugar rápido (a un toque) porque está cerca y le sería más fácil interceptar el balón al rival.
Ayuda en la comprensión del concepto 3º hombre, así como en las triangulaciones (tener una ayuda a cada lado y otra en profundidad), así mismo fomentar el aprendizaje de qué espacio debe ocupar el jugador que apoya al poseedor del balón (sin ocupar la de un compañero y desmarcarse continuamente para tener línea de pase), así como su orientación corporal para poder jugar rápido con el siguiente compañero si se requiere.
Estas serían algunas ideas, entre muchas otras.
A nivel de lo que yo llamo juego oculto (A. Sánchez), aporta al futbolista conceptos como mirar antes de recibir, engañar fintando, estar bien perfilado pudiendo ganar segundos esenciales para la siguiente acción.
Respecto a las condicionales, hay giros, arrancadas, cambios de ritmo. Si ves a un jugador parado en un rondo, créeme no se está ejecutando bien.
Respecto a las psicológicas podemos hacer que aparezcan aspectos como la ansiedad, la frustración, control del estrés una buena comunicación entre compañeros.
En otras palabras, sin mencionar todas las virtudes, que son muchas más de las que he añadido, se trata de un ejercicio completísimo, que se puede adaptar al nivel de los jugadores, mediante más o menos espacio, más o menos jugadores, normas como obligar a realizar solo dos toques o tres, o a realizar un numero seguido de pases etc… Hay miles de condicionantes, o variantes según lo que busquemos, pero sin perder la esencia de este ejercicio.
Lo que hay que tener en cuenta para que el rondo sume y no reste
Sin embargo, no olvidemos, que el entrenador debe estar encima de los jugadores, para corregir todos esos aspectos descritos, aunque lamentablemente, se usa a menudo como ejercicio “maría” el ejercicio de “calentamiento”, como diversión.
Incluso, se deja a los futbolistas ahí con el rondo mientras se está montando el siguiente ejercicio. Pues bien, sin correcciones, como cualquier ejercicio se convierte en un ejercicio estéril, y como todo ejercicio debe conocerse y dominarse.
El rondo no es un ejercicio de pasar el rato, de hacer cañitos y lucirse, NO. Pues, SÍ, es un ejercicio que traslada todo lo que se da en el partido como he expuesto anteriormente, menos la acción del gol.
El rondo es, por lo tanto, un ejercicio fundamental, más si cabe en las labores formativas (fútbol base), ya que en él aparecen multitud de situaciones de juego, técnicas, tácticas, condicionales, hábitos del juego o psicológicas, es un ejercicio que de hacerse bien es sumamente útil para que el futbolista comprenda el juego, se asocie mejor y mejore técnicamente entre muchos otros beneficios. El rondo en mi opinión es esencial.
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